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“LOS ARANCELES Y LAS GUERRAS ARANCELARIAS SON OBSOLETAS Y DONALD TRUMP AÚN NO LO SABE.”



Quisiera compartir este artículo, que me parece muy actual, a lo que está ocurriendo en este momento,basándome en el capítulo 16 de mi libro: “El segundo renacimiento.” : Una guía permacultural para el diseño de las comunidades del futuro y cómo Vivir Bien en la Era del Colapso y la Inteligencia artificial.

El cual estará próximamente disponible y a la venta en formato físico y electrónico, para el que guste adquirirlo, directamente en nuestra tienda en nuestro sitio web: www.hombresdemaiz.com


///Capítulo 13.6 El Fin de los Aranceles: La Economía del Código y la Glocalización


Mientras las potencias del mundo siguen enredadas en guerras comerciales del siglo pasado (Cosa que estamos viendo actualmente con la administración de Donald Trump), imponiendo tarifas para proteger sus intereses, una revolución silenciosa está desmantelando esa lógica desde la raíz. Se trata de la manufactura aditiva o impresión 3D, una tecnología que permite compartir archivos digitales para imprimir localmente objetos físicos a bajo costo y sin pagar aranceles. Si esto te impresiona sigue leyendo…


Esto no es solo un avance técnico: es el inicio de una nueva economía “glocal” (manufactura local pero con alcance global), distribuida, regenerativa y resiliente. Las pequeñas y medianas empresas tecnológicas están liderando esta transición, fabricando desde prótesis hasta casas impresas en barro local, reduciendo el transporte, el desperdicio y la huella ambiental.


En esta nueva era, la economía ya no depende de rutas marítimas ni de tratados geopolíticos, sino de redes proveedor-usuario que operan en tiempo real. No, Ya no se comercia con cosas, sino con códigos. El viejo modelo vertical, centralizado y extractivo se vuelve obsoleto frente a esta infraestructura horizontal y bioregional, donde se imprime lo que se necesita, cuando se necesita, donde se necesita (los esquemas humanos comienzan a ser obsoletos).


Puntos clave:


1. Impresión 3D como “comercio sin aranceles”:

Las pymes tecnológicas pueden compartir archivos digitales para fabricar productos localmente, evitando tarifas y costos logísticos. Esto reduce tiempos, costos y huella ambiental.


2. Fin de la era geopolítica basada en aranceles:

Aunque gobiernos como EE.UU. intenten imponer nuevos aranceles, esta estrategia está condenada al fracaso ante la irrupción de un nuevo modelo descentralizado, digital y distribuido.


3. Tercera Revolución Industrial:

A diferencia de la manufactura sustractiva (que genera desperdicio), la impresión 3D es aditiva, precisa y con casi cero residuos, adecuada para un mundo que enfrenta crisis climática, migraciones masivas y colapso logístico.


4. Economía glocalizada y redes proveedor-usuario:

La impresión 3D cambia el modelo de mercado de vendedor-comprador a uno de proveedor-usuario, donde se comparte software a bajo costo en redes distribuidas.


5. Impacto económico y ambiental:

El transporte físico cuesta $12.8 billones al año (11.6% del PIB global). Evitar parte de esto mediante impresión 3D abarata productos, acelera entregas y reduce hasta un 11% de emisiones globales.


6. Ejemplo de construcción 3D:

El arquitecto italiano Mario Cucinella imprimió una casa de barro en 200 horas con materiales locales y mínimo desperdicio , mostrando una solución a la crisis de vivienda global. (Vaya, al parecer ya me van a dejar sin trabajo como bio constructor, pero bienvenido sea el cambio si es en bienestar de todos.)


7. El auge de las PYMES tecnológicas:

Estas empresas son más ágiles que las grandes corporaciones centralizadas, y están mejor preparadas para enfrentar disrupciones climáticas y logísticas. Representan ya más del 50% del empleo global.


8. Transición irreversible:

Aunque algunos gobiernos intenten frenar esta transición con nuevos impuestos o barreras, la descentralización, eficiencia y accesibilidad de la impresión 3D la hacen imparable.


9. Hacia una economía distribuida y democrática:

A diferencia del modelo anterior que concentraba riqueza, esta nueva infraestructura puede redistribuir el poder económico, democratizando la producción y reduciendo desigualdades.


La impresión 3D no solo desafia los aranceles, los hace irrelevantes. Democratiza la producción, descentraliza el poder y abre paso a un comercio regenerativo, adaptado al clima, al contexto y a la vida. Es una herramienta del Segundo Renacimiento: una forma de producir con inteligencia, sin destruir, y de distribuir la riqueza sin concentrarla.


Este nuevo paradigma ya está en marcha. Y no parece haber manera de detenerlo, porque simplemente resulta demasiado conveniente, para la mayoría.



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